Por David Jonn
A comienzos de los 60’s, Pierre Boulle introducía con su libro una pregunta inquietante, temerosa y hasta distópica: ¿Los simios dominan a los hombres?
En 1963 salía a la luz uno delos dos best-sellers del afamado escritor francés Pierre Francois Marie-Louis Boulle. El autor, de 51 años, ocasionó indirectamente toda una saga cinematográfica que revolucionó el mundo de ese tiempo. Cinco películas que tuvieron la atención del público por cinco largos años.
En ese mismo tiempo una serie de dibujos animados sobre los simios revolucionarios atraía la atención del presente.
El siglo XXI no dejó atrás esta increíble obra, pues otra adaptación en el cine fue realizada por el genial Tim Burton, aunque fue la menos aplaudida por la crítica, con un guión nefasto y un final por de mas dudoso e inexplicable. Diez años después, una precuela ha sido lanzada de la mano de Ruper Wyatt: El origen del Planeta de los Simios.
En esta primera parte tocaremos las cinco primeras películas, filmadas a finales de los 60’s y comienzos de los 70’s.
El Planeta de los Simios (1968)
En 1968, Franklin J. Schaffner dirigió la película de ciencia ficción que tenía como argumento una nave espacial procedente de la Tierra que llega a un planeta donde los simios son los superiores y dominan a una pequeña población de humanos, alpunto de usarlos como mascotas o para experimentos. En la nave, viajan tres astronautas, cuya llegada despertará un increíble secreto: La Tierra es el Planeta de los Simios.
El guión fue basado en la novela de Boulle y fue adaptado con algunos cambios por Micheal Wilson. Charlton Heston, el “héroe” de ese tiempo fue el encargado de protagonizar la película junto a Roddy McDowall, Kim Hunter, Maurice Evans y Linda Harrison.
En esta película hubieron escenas épicas y recordadas:
Taylor descubre a los simios: La imagen de Taylor huyendo de algo que desconocía, pero que venía acompañado con caballos, lo llevo a refugiarse entre los arbustos. Oculto se dio cuenta de la verdad del planeta: simios que montaban caballos, se tomaban fotos y hablaban.
“Quítenme las patas de encima”: Línea clásica dicha por Taylor, luego que los simios lo capturaran por intentar escapar y este, recuperado del golpe a la garganta, pueda expresar palabras. La consternación y el miedo pasaron al lado puesto, a los simios.
La Estatua de la Libertad: Para los que quizás, víctimas del tiempo no recuerdan ninguna de las escenas mencionadas, esta última, curiosamente última escena de la película, es la más recordada por todos, hasta el que no ha visto la película, ya que la imagen sale como presentación de la película. Taylor se va de la aldea simia en busca de respuestas (¿un planeta donde el simio es superior al hombre?). Al final, gracias a una casi desbaratada Estatua de la Libertad, descubre que ha llegado al mismo punto: La Tierra.
Gracias al éxito que tuvo el largometraje,se preparó varias secuelas que empezaron en 1970 hasta 1973.
Regreso al Planeta de los Simios (1970)
Fue la primera secuela, de la mano de Ted Post como director y Paul Dehn como guionista, la trama gira alrededor de un grupo de sobrevivientes humanos radiados (Los Adoradores de la Bomba), el ataque inminente de ambas razas y la consecuencia fatal que experimenta el planeta. En esta entrega, Roddy McDowall no tomo parte (quizás enterado dela poca participación de su personaje –Cornelio- en esta secuela).
La película empieza con la llegada de Brent, interpretado por James Franciscus, un astronauta que al igual que Taylor había quedado atrapado en el tiempo y que había sido enviado para encontrar a este y su tripulación.
Brent, el “Taylor” de esta película, es ayudado por Zira y Cornelio para llegar a la Zona Prohibida. Brent encuentra a Taylor, pero también encuentra a los humanos radiados y a los simios tratando de conquistar la “Zona Prohibida”.El final es inminentemente predecible: el final de todo.
Quizás por apresurar una secuela se tuvieron muchos errores en la realización de esta primera. Se obviaron momentos y consecuencias de la primera y no aparecieron en esta, además de hechos realmente curiosos:
Zira y Cornelio: Ambos iban a ser juzgados por herejía,debemos suponer que salieron absueltos porque en esta segunda entrega se ven en libertad y hasta protestando por la matanza de humanos que está haciendo el general Ursus.
Además, antes de partir a su invasión, el general Ursus colocó a un grupo de chimpancés en jaulas por intentar frenar al ejército. En este grupo de oprimidos estaban los ya esposos Zira y Cornelio. Aparentemente lograron escapar, porque en la siguiente secuela son los únicos (junto a Milo) que logran escapar de la detonación de la bomba.
Nova caprichosa: La pareja improvisada de Taylor tiene una inteligencia limitada y siempre es llevada por Taylor en la primera película. Al comienzo de la segunda se le puede ver montado sola un caballo, luego de la desaparición de Taylor. Suponemos que recibió clases entre la primera y segunda (¿?).
¿Un cameo de Ursus?: En la primera película, un general camina con el dr. Zaius tocando el tema que el humano puede pensar. Yo supongo que este gorila militar será el mismísimo general Ursus, que en la segunda entrega se autoproclama dictador y le declara la guerra a todos los humanos.
El elegido: Un hecho realmente curioso que siempre me he preguntado es por qué solo uno de los cinco líderes mutantes que se presentan ante Brent y lo atormentan hablando por telepatía puede usar sus poderes psíquicos para provocar dolor o manejar la mente de un humano (en la pelea entre Taylor y Brent). Acaso fue el que más entreno todas las noches o fue uno porque más hubiera sido desventaja para los simios. Misterio sin resolver.
Conforme pasa la película parece que todo lleva hacia el final, sin preocuparse mucho por los momentos previos. Esta claro que el objetivo de esta secuela era mostrar que los simios también se iban a “humanizar” y causar su propio autoexterminio.
[Continuará]
![](https://si0.twimg.com/profile_images/2276874155/96svkwduhc4cu5an8jis.jpeg)
Blogger Fútbol. Twitter: @DavidJonn
0 personas han comentado:
Publicar un comentario
Escribe tu comentario, sugerencia o crítica, pero con respeto y sin ningún tipo de insulto.