David Jonn: Es hora de volver

Autor: David | Twitter: @DavidJonn

04 de marzo de 2007. Un chico de 16 años, habilidoso, irreverente y fresco en su juego celebraba su gol con un mensaje: “Lo justo tio Pacori”. El mensaje iba a un coordinador de menores. El chico con la camiseta “7” siguió jugando con ese atrevimiento y dribbling únicos de un talento, de un genio del balón. De sus pies nació el segundo gol de su equipo. El rival: Brasil, el escenario: Sudamericano Sub-17 en Ecuador, el talentoso delantero: Reimond Manco.

25 de marzo de 2007. Reimond estaba ansioso y nervioso. El último partido del sudamericano decidiría la participación de Perú en el Mundial Sub-17. La número 7 se quedaba guardada por una doble amarilla. El empate contra Argentina clasificó a todo un grupo de muchachos al máximo escenario deportivo. Manco era parte de la historia.

Pero si a alguien le quedaban dudas del talento de Manco, en el mundial las dudas se esfumaron y todos vieron en el “7” de la bicolor como la próxima estrella en el extranjero y en la selección absoluta. Pero no solo él, se había formado un buen grupo de jóvenes valores. El futuro se veía prometedor.

Algunos se perdieron, algunos supieron esperar su oportunidad y uno, solo uno logró “cruzar el charco” y emigrar. El destino: Holanda, el equipo: PSV. Por ese tiempo, el equipo holandés había tenido en su plantilla a una gran promesa peruana (Jefferson Farfán) y la buena experiencia les hizo optar nuevamente por otra en el mismo país.

10 de febrero de 2008. Reimond asegura su futuro profesional y personal. Firma por cinco años por el PSV. Todo empieza a cambiar para la joven figura. Debutó casi un año antes en Alianza Lima. 31 partidos en total, 4 goles.

25 de febrero de 2008. Manco tuvo unas desafortunadas declaraciones que los hinchas interpretaron como “poco profesional”.

“No estoy jugando bien. Acá los defensas son malintencionados, me da miedo ir a las pelotas divididas porque me puedo lesionar y perjudicar mi futuro. Voy a conversar con la dirigencia para ver cómo resolvemos el tema. No estoy ansioso por irme, pero creo que me desarrollaría mejor allá, en Holanda, porque estaría más tranquilo”

El miedo a perder un contrato de 2 millones de dólares y truncar su debut europeo lo convirtieron en una persona distinta para el fanático. Ya no era el chico que se divertía en el campo, era el chico que no quería jugar porque temía lesionarse. Página volteada. Llegada a Holanda. Debutó en la Liga. Debutó en la Champions League. Todo parecía ir bien, pero…

29 de enero de 2009, Manco sorprende al casarse con una conocida modelo. Los problemas matrimoniales y extradeportivos son más comentados que las gambetas y goles que lo llevaron al reconocimiento. Sufre una lesión en la rodilla por lo que tiene que ser operado.

“Me siento frustrado por estar en esta situación”, Manco iba a pasar tres meses alejados de las canchas de fútbol por una lesión a los ligamentos.

Se pierde el inicio de la liga. Por su falta de continuidad el PSV lo presta al Willem II, donde no le dan oportunidades. PSV protesta porque quería que el peruano adquiriera experiencia en minutos. Fin de la historia: Vuelta a casa.

Luego de una desafortunada etapa en Europa, decide regresar. PSV, otra vez, lo cede al Juan Aurich de Chiclayo. El objetivo principal de Reimond: Cumplir una buena Copa Libertadores 2010.
15 de julio de 2010, Juan Aurich compra la totalidad del pase de Manco. Se acabó el PSV. Se acabó Europa. A seguir trabajando.

Un mes después, Sergio Markarian lo convoca y debuta en la “Era Markarian”. Luego de consolidarse como una importante pieza de cara a la Copa América es separado por un caso de indisciplina. Meses después el técnico le quita el castigo, pero no lo ha vuelto a convocar
Acabado el año, el Juan Aurich clasifica para jugar la Copa Sudamericana. Manco busca nuevos rumbos. Ya no Europa, ahora México.

A inicios de 2011, Atlante confirma que su quinto refuerzo para el Clausura 2011 es el peruano. Nuevamente, el exterior parece ser la solución para escapar de los escándalos constantes. La alegría duraría poco.
10 de marzo de 2011, Manco es dado de baja por el Atlante por llegar en “pésimas condiciones físicas y con aliento alcohólico”. Lo peor fue que antes el peruano intentó salvarse inventando que fue víctima de un secuestro al paso. Otro fracaso.

Reimond se aleja del fútbol. Se hizo costumbre verlo en programas de entretenimiento o asistiendo a uno que otro local nocturno. Muchos se lamentan, nada se puede hacer. ¿Un genio acabado?
Han pasado siete meses y Reimond Manco ha vuelto a su hábitat, a su medio, a su “casa”. Un campo de fútbol y una pelota. Dos cosas que lo tranquilizan, que lo convierten en un genio del balón.

Siete meses después. Nuevo corte de cabello, nueva apariencia, nuevos objetivos y esperemos, mejores resultados. El camino a la gloria para Manco tenía que empezar hace tres años. Muchas cosas han pasado y poco ha conseguido. El tiempo parece que le ha dado una chance y ahora depende de él para hacer bien las cosas esta vez. Es hora de volver Reimond, todo el Perú desea que vuelva Reimond Manco, el futbolista.