Rincón de los recuerdos

El cerebro no es estático. Cambia y se adapta a nuestas distintas etapas de vida. Lo mismo ocurre con procesos mentales como la memoria, cuya vitalidad y fortaleza depende de cómo la entretenemos a los largo de nuestra existencia.

Las áreas relacionadas a los sentidos y movimientos maduran primero.  Las encargadas de las funciones superiores (juicio y toma de decisiones) lo hacen al final. Esto explicaría los errores en la toma de decisiones de un adolescente.

NACIMIENTO

Al nacer

Las células nerviosas que activan la memoria ya están desarrolladas. El recién nacido reconoce olores, sonidos y cosas que ve.

6 meses

Hay memoria a corto plazo: recuerdo de personas cercanas y algunas palabras.

1 año

El bebé reconoce su casa, sus juguetes. Sin embargo, aún no tiene conciencia del tiempo y de lugar.

NIÑEZ

3 años

La memoria consciente está más desarrollada. Puede recordar eventos importantes hasta la edad adulta. Su red neuronal se reproduce con mucha rapidez.

4 años

El niño expresa sus recuerdos. Toda la red neuronal que se alimenta con la experiencia y el aprendizaje, se mantiene estable hasta la adolescencia.

ADOLESCENCIA

13 años

El cerebro comienza a perder cerca de uno por ciento de materia gris cada año, hasta que se cumplen los 20 años. Se eliminan las conexiones con muy poco valor para el cerebro adulto.

ADULTEZ

20 años

El cerebro termina de madurar. Las funciones superiores están desarrolladas. Es la etapa perfecta para estmular el aprendizaje y el crecimiento de la capacidad cognitiva.

40 años

Se aconseja la ejercitación de la memoria, ya que su capacidad podría disminuir por falta de uso.

VEJEZ

60 años

Comienza el deterioro cognitivo. Se estima que perdemos entre 200 mil y un millón de neuronas por día.

Decae la memoria de corto plazo y la de largo plazo se mantiene. En esta etapa pueden aparecer problemas como el Deterioro Cognitivo Leve y las primeras etapas del Alzheimer.

AUTOR David Jonn

Blogger Fútbol. Twitter: @DavidJonn