Juntos y no revueltos

Por David Jonn

Farfán, Guerrero, Pizarro y Vargas. Juntos pero no revueltos, pero qué tanto nos aportan los cuatro jugando juntos desde el vamos. Hasta ahora no mucho, según los resultados.

El tema de que los cuatro deban jugar o no juntos es muy comentado y tiene gente que apoya como gente que critica esta decisión de Markarian. Para mí, no deberían jugar juntos desde el arranque, juguemos de local o de visitante, aunque en casa ajena es prácticamente obligatorio que no jueguen juntos. Aquí paso a explicar mi comentario:

Hoy el jugador que debería ir a la banca de suplentes es Claudio Pizarro, a pesar de su calidad de goleador. Si bien Claudio es un jugador extraordinario a nivel de clubes, a nivel de selección ya no basta que en cada partido se sacrifique en la marca, ya no basta que se sacrifique bajando para ayudar a los volantes. Claudio es un goleador en Alemania y viene acá a ¿marcar?

Pizarro saca del equipo, por así decirlo, a un jugador con más marca que él, que es el jugador que se necesita en los partidos de visitante, porque no se puede pretender jugar de igual a igual de visita. Somos los últimos de Sudamérica, no nos olvidemos de ese pequeño detalle.

Cuando se juegue de local, Claudio y Paolo tienen que ser fijos en el once, eso es seguro, pero la cosa cambia cuando vamos a cancha ajena. Si se tiene que jugar con un solo punta, con un solo “9”, como se debería hacer, ese jugador debe ser Paolo Guerrero. Un jugador que te aguanta la pelota, que solo arriba se las ingenia para generar faltas (¿no vieron la Copa América?). Acaso no es mejor tener como primera alternativa de cambio a Claudio Pizarro, no sería acaso un arma letal para cambiar el partido.

Otro jugador que debería quedarse en el banco a esperar y jugar los últimos 20 o 30 minutos del partido es Juan Manuel Vargas. El zurdo se pierde en estos partidos (de visitante) porque tiene que marcar y Vargas es un jugador que va para adelante y no puedes desperdiciar a un jugador con esa potencia para dominar del medio campo para arriba, (im)poniéndole una función de marca. A un jugador que lanza unos centros magníficos, que es tan útil en ataque, no se le puede comprometer con tareas defensivas. Vargas es un volante ofensivo, llegando casi a ser un extremo por izquierda.

Mejor ponemos un jugador que marque, que corra, que tenga una función táctica importante para desgastar al rival. Pero, ¿quiénes? Esta Advíncula, que en la Copa América demostró que lo que le diga el técnico lo hace, dentro de sus limitaciones, pero lo hace. O puede ser Joel Sánchez, otro jugador importante que esperemos se consolide y regrese a su mejor nivel para que sea un aporte interesante a la selección

Entonces, no se puede optar por poner “toda la carne al asador”. Por qué no guardar a uno o dos de estos cuatro buenos jugadores. Acaso es un castigo mandarlos a la banca. Acaso no pueden tener un mejor aporte entrando que partiendo del arranque.

Ahora yo me preguntó: ¿Por qué no guardar a estos dos grandes jugadores? Por qué no tenerlos como piezas de recambio en ofensiva, jugadores que pueden cambiarte un partido. ¿Es así? O yo estoy loco por decir que los llamados “Cuatro Fantásticos” no pueden jugar juntos desde el comienzo. ¿Es una locura sentar alguno de ellos? o sería bueno para el equipo tener a un jugador de esa calidad como alternativa.

AUTOR David Jonn

Blogger Fútbol. Twitter: @DavidJonn